Semillas se fundieron en mis entrañas
la noche que te conocí
la noche que te conocí
Jugué mi partida
y lancé la última moneda
aposté sin dudar.
Quería quemarme con tus manos,
fundirme en tu sonrisa.
Las semillas crecieron
Y por eternidades,
que duraron meses
seguimos bailando para ellas.
El día que te fuiste
me hice fuego,
nacieron remolinos
torbellinos de viento
y olvidé que una vez
fui semilla.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario