jueves, 25 de noviembre de 2010

Besando al infinito


Ya se avecinan esos días
Mientras llegan, me abotono el presente
La historia la escribimos al diario
Cada palabra es una chispa,
es sangre acelerada
Y esa paz de sentir que el silencio
tiene vida gracias a las palabras...
Se avecinan esos días
de suicidas a salvo
Sin condenas en su próximo destino
Sin halagos para sonreirle menos serio a la vida
No saber pronunciar las palabras
a veces duele más que olvidarlas por costumbre
en una neurona emotiva y viciosa
Esos días dorados se avecinan
Brotan cada domingo glorioso
Y toda referencia, todo ideal, todo saber
Están condenados igual
En esta vuelta, nadie se salva
El cuerpo tiene sentencia a volverse invisible
No hay tiempo
Si el alma de esos días está ausente
¡No hay salvación!
Abrazar el infinito, reirse a carcajadas
Desnudarse
Sentirse vivo
Es el único mandamiento vigente
Por hoy...