domingo, 10 de septiembre de 2017

Dots

Se alinearon las estrellas y no retornó el murmullo del dolor, ni la rabia, ni la eterna soledad.
Los silencios empezaron a ser hermosos cantos y sorpresas.
Y la temporada de lluvia fue un presagio de dicha y de certezas.
¡Llovió tanto antes en este rincón!
Pero era tormenta eléctrica cargada de viento fuerte, rayos y truenos.
¡Qué insistencia la mía en perseguir esas avalanchas!
Hoy es agua bendita, hoy es vida, hoy es esperanza.
¿Habré muerto y reencarnado en esa chica que tanto imaginaba ser? ¿Aún sigo fantaseando?

Todas las estrellas se alinearon y yo jamás repasé el camino.
Caminé, di otro paso más hacia el próximo destello.
Todos mis deseos pedidos se estaban haciendo realidad.
La fortuna de encontrar un océano en un par de ojos.
La carencia de fe siempre me llevaba a orillas desiertas.
La sorpresa de coincidir tanto y tantas veces al día,
de escuchar justo las palabras que creía imposibles.
En un parpadeo la vida se convirtió en sol tibio,
en una monarca, en resplandor púrpura,
en una infinita lista de canciones cursis en común... 

en una sonrisa permanente.
Los sueños empecé a vivirlos despierta y a brillar sin parar.
Ahora entiendo mis dudas, ahora entiendo mi fuerza... 

ahora sé que sí existe.
Ahora puedo contar historias sobre guerras y batallas,
de sobrevivientes osados que no se vencieron.
Yo que siempre sentía vibrar en exceso.
Reprimí tantas veces tanta emoción...
hoy conocía al valiente que no tuvo miedo de quedarse.
Yo que creía estar loca de tanto entregar sin medida,
de no agotarme nunca, de ser tan vulnerable y sensible.

"Más allá del amor y la ilusión, está la música y la complicidad",
sigue resonando en mi cabeza como eco.
Eso es invencible.

Hoy por fin repasaba este mi lado al que siempre le apagaba la luz, quedando ilusionado y a oscuras.
Hoy sin callar, sin apagar, sin censurar nada de mi ser.
Era esa adivina viendo la luna como bola de cristal.
Yo siempre busqué respuestas, magia y caricias en los cielos estrellados, esa eterna señal conectada a mi intuición y a mi verdad.

Hoy por fin las estrellas
alineadas en el cielo
me susurran al oído: este es el camino.