Con tanto por sentir
con tanto por decir
con todo el azul gritando en coro,
abriéndonos los brazos
con este viento fuerte que me roba el aliento
igual que tus besos.
Debés ser hijo del mar y de la lluvia
con tanta inmensidad por descubrir...
debés ser canción de cuna,
as de corazones y oráculo de espadas.
Existís hermoso y suave
y tu dulzura envuelve mis heridas.
Ya no pienso en tenues días,
pues todo este resplandor
armoniza y baila inquieto con mi latir.
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