Te dejo
porque en este patio
no hay tierra fértil para nuestro jardín
Yo no soy la diosa que alabás por las noches,
contando los milagros que he hecho en tu vida.
Soy la creadora fantástica de pesadillas y cuentos de terror,
que no cree en nadie, que finge ser normal y perfecta
pero que la locura la ahoga
un poco más cada día.
Te dejo
con las mil noches de luna y estrellas
que una vez desnudos
abrazamos con los ojos cerrados.
Te dejo
con esta fiebre que aún nos calienta el corazón
para que seas valiente
y saltés a la barca de tus sueños.
De regalo te dejo
la colección de sonrisas que tanto te gusta
el itinerario y el playlist de viaje para domingo.
Déjame aquí, mi amor
labrando mi tierra, quitando la hierba
sembrando semillas, regando esperanza,
para que a tu regreso encuentres
una pradera de colores.
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