viernes, 13 de abril de 2018

It shit

La chingada
El abismo a donde llegué  
luego del pellizco, 
el balde de agua fría 
y la bocanada de desprecio y silencios. 
Donde vi de lejos 
la sombra de mi cómplice desconocido. 
La chingada 
el lugar a donde fueron a dar
todas las velitas, 
todos los regalos sin papel,
todas las maletas de la desilusión. 
Ese desierto 
donde me quedé por días y semanas
lamiendo polvo y bilis,
intoxicada de preguntas
y listas infinitas de utopías. 
La chingada
y los ricos abrazos del viento
con la torre de besos platónicos. 
Donde jugar al solitario es la ley
y escuchar a los grillos te anestesia la piel. 
Pero allí en la chingada
fue justamente donde reconocí 
que todo sueño termina
es entonces, cuando toca inventarse
una nueva realidad.

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