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Y los años mueren, se matan como dinosaurios
se plasman en libros, se diluyen en la memoria
se caen de los árboles
desaparecen como polvo en el viento
y su paz no siempre viene con el silencio.
Mientras contamos el tiempo juntos,
voy añadiendo persianas al sol
pues quiero fundirme en vos,
entre líneas y en degradé
con un tono bicolor...
salteado con siluetas de mar
donde también quisiste sentir las mariposas.
Quedan migas de queso y de estrellas
nos saluda una luna creciente de dudas
menguante de espera.
Nos perdimos otro atardecer,
amaneciendo
buscando atajos secretos,
trampas para los celos
y los años quedaron atrás,
sin dientes para sonreír en la calle
sin resbaladeros, sin helado de fresa
moribundos vendados
soldados y heridos
sin medalla, ni trono
ni bandera, ni himno solemne
simplemente como un participante
sobreviviente cansado
que evita sentir y recordar por hoy
para no olvidar.
1 comentario:
lo que pasa es que los recuerdos son una compañía implacable... y no les importa si se les quiere o no
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