Ya se avecinan esos días
Mientras llegan, me abotono el presente
La historia la escribimos al diario
Cada palabra es una chispa,
es sangre acelerada
Y esa paz de sentir que el silencio
tiene vida gracias a las palabras...
Se avecinan esos días
de suicidas a salvo
Sin condenas en su próximo destino
Sin halagos para sonreirle menos serio a la vida
No saber pronunciar las palabras
a veces duele más que olvidarlas por costumbre
en una neurona emotiva y viciosa
Esos días dorados se avecinan
Brotan cada domingo glorioso
Y toda referencia, todo ideal, todo saber
Están condenados igual
En esta vuelta, nadie se salva
El cuerpo tiene sentencia a volverse invisible
No hay tiempo
Si el alma de esos días está ausente
¡No hay salvación!
Abrazar el infinito, reirse a carcajadas
Desnudarse
Sentirse vivo
Es el único mandamiento vigente
Por hoy...